La gravedad había vuelto a poner su mano en mis espaldas. Como una medianoche sin cristales, mis pies pesaban el doble delante del teclado, y cualquier palabra era un sorbo de alcohol. A duras penas puedo explicar de dónde he sacado los motivos, pues el mejor de tus pasos lo das mirando hacia atrás... mientras te despides del futuro que añorabas en tu pasado.
Pocas veces una guerra, un choque, un accidente, una coincidencia, un tropiezo y una herida tienen tal poder de curación! Empecemos...
Pocas veces una guerra, un choque, un accidente, una coincidencia, un tropiezo y una herida tienen tal poder de curación! Empecemos...
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